Las navidades se acercan y, mientras algunos la celebran alegremente, para otros esta época puede ser un verdadero desafío. Para quienes sufren un trastorno de la conducta alimentaria, las reuniones familiares y las celebraciones pueden ser momentos complicados. Pero hoy quiero recordarte una cosa muy importante:
Tu cuerpo no necesita restricciones.
Tu cuerpo no necesita que te compares con otros.
Tu cuerpo no necesita pasar hambre.
Tu cuerpo no necesita dietas.
Tu cuerpo no necesita pesarse todos los días.
Tu cuerpo necesita amor.
Tu cuerpo necesita aceptación.
Tu cuerpo necesita cuidado.
Tu cuerpo necesita escuchar tus verdaderas necesidades.
Tu cuerpo te necesita a ti.
En estas fiestas, regálate el amor que mereces y permítete disfrutar.
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